Una pérdida para su familia, para los investigadores de la herencia judía y para la ciencia y la arqueología.
Netzer, de 76 años, murió ayer jueves por la tarde a causa de las graves heridas que sufrió después de que cediese una verja en el Herodium, un yacimiento arqueológico situado entre Jerusalén y Belén, en Cisjordania.