Un peine de marfil del poblado ibérico de El Chuche, en el término municipal de Benahadux, es la pieza del mes que el Museo Arqueológico de Almería presenta con honores hasta el próximo día 21 y que cierra el primer año de esta iniciativa, en la que se han presentado y enmarcado en su época y en su entorno propio otros once elementos, algunos no expuestos en los fondos permanentes y conservados en los almacenes.
El peine se data entre los siglos IV y II antes de Cristo, mide 10 x 4,5 x 0,6 centímetros y, tanto por su factura como por el material en el que está realizado, está considerado como un objeto de lujo y al alcance solamente de escasos sectores sociales, tal como comenta en la ficha Ana Dolores Navarro Esteban, directora del Museo Arqueológico.
«En la Península Ibérica está documentada la presencia del marfil desde la Prehistoria. Los contactos marítimos con el norte de África y el Próximo Oriente evidencian la estratégica situación de Almería, abierta el Mediterráneo y permeable a otras formas sociales», escribe en la misma ficha.
Está considerado como un objeto de lujo y al alcance solamente de escasos sectores sociales.
Un elemento de lujo.
«Este tipo de piezas son consideradas parte de ajuares funerarios sin descartar su utilización como objeto de tocador, asociadas, en ambos casos, a clases socialmente destacadas y económicamente pudientes», asegura Ana Dolores Navarro, quien también escribe que «la presencia de objetos de lujo y de prestigio en contextos funerarios nos informa de esos lazos que hombres y mujeres del Mediterráneo trazaron desde la Prehistoria hasta nuestro días».
El poblado ibérico de El Chuche se identifica, casi con unánime coincidencia, con la Urki, que luego se transformó en la Urci romana con sucesivas naturalezas hasta el presente y que había tenido otros asentamientos previos desde la Edad del Cobre debido a las condiciones estratégicas y económicas para cualquier tipo de asentamiento humano. Después de las excavaciones realizadas en la década de los setenta del pasado siglo, dirigidas por Ángel Pérez Casas, que estaba al frente del Museo Arqueológico, se confirmó que los restos encontrados corroboraban la ubicación de Urci en esos terrenos. «Se trata del único poblado ibérico, por ahora, de esta provincia que, por sus características, puede ser Urci o un poblado de su misma época y bajo su área de influencia».
Extracto del Ideal
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