900 metros cuadrados de termas romanas, un auténtico parque acuático romano.
La Conselleria de Cultura trabaja en la «musealización» de una parte del yacimiento arqueológico de L’Horta Vella, en el municipio valenciano de Bétera, donde las excavaciones que se realizan desde hace años han permitido sacar a la luz cerca de 900 metros cuadrados de termas romanas.
La directora general de Patrimonio Cultural Valenciano, Paz Olmos, ha visitado hoy el yacimiento, que cuenta con una «espectacular» instalación termal de doble circuito, según ha informado la Generalitat en un comunicado.
Pese a las numerosas reformas que el recinto ha sufrido desde su construcción en el siglo I a.C., todavía es posible distinguir las distintos recintos de las termas: el frigidarium, donde se tomaban los baños fríos; el tepidarium, de agua tibia; el caldarium, con agua caliente; y el sudatio o sauna.
El yacimiento conserva muros de hasta 4,5 metros de altura, así como una «espectacular» piscina situada al oeste de los baños que, con 60 metros cuadrados, es «una de las más grandes de Hispania», ha precisado Olmos.
Además de las termas, en el yacimiento se ha descubierto también un cementerio ubicado al sur de la piscina que podría datar del siglo IV, y que, a juzgar por el ritual de enterramiento, podría pertenecer a los primeros cristianos que habitaron tierras valencianas.
Sobre la necrópolis también se han hallado los cimientos de un edificio del siglo V, cuya función no se ha determinado todavía, y que perduró durante la época visigoda.
Las excavaciones han exhumado también un pequeño conjunto de materiales cerámicos de la época andalusí, un periodo del que hay menos evidencias.
Según Olmos, los resultados de las excavaciones indican que la zona pudo ser una gran villa rústica de carácter agropecuario, como muchas de las que se fundaron en el siglo I a.C. en el entorno de Valencia.
Olmos ha indicado que, pese a que la superficie total que ocupaba esta villa está por determinar, los indicios apuntan a que podría superar una hectárea, de la que actualmente se han desenterrado cerca de 1000 metros cuadrados.
Desde 2001, tres años después de que se descubriera este yacimiento arqueológico, Patrimonio ha realizado campañas anuales de excavación cofinanciadas por la Conselleria de Cultura, que ha invertido un total de 97.000 euros, y el Ayuntamiento de Bétera.
En la actualidad, Patrimonio trabaja también en la catalogación de todos los materiales recuperados en los nueve años de excavaciones, con el objetivo de publicar una monografía sobre el yacimiento.
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